domingo, 19 de marzo de 2017

Combatir estereotipos

No resulta una tarea fácil combatir ciertos estereotipos, sobre todo cuando están muy arraigados en nuestra sociedad.

Creo que un elemento fundamental para irlos combatiendo desde la educación es enseñar a nuestros alumnos y alumnas que todos podemos hacer aquellas cosas que nos proponemos y que el hecho de realizarlas de una u otra manera se debe a que todas las personas somos distintas y no tanto a que cada género tenga unas determinadas aptitudes.

En mi opinión un paso importante se ha dado en las clases de Educación Física, sobre todo cuando se trata de hacer deporte: antes había deportes de chicos y de chicas pero ahora todos participan en las mismas actividades: incluso las liguillas entre clases tienen que incluir un número similar de chicos y chicas.

También nuestros libros de texto se van haciendo eco de estos cambios. No hace mucho tiempo podíamos ver que los roles tradicionales se repetían hasta la saciedad tanto en los enunciados como en las imágenes, pero esto va adaptándose a los nuevos tiempos.

En los vídeos de la unidad me ha gustado mucho ver que son precisamente aquellas niñas más jóvenes las que no entienden de estereotipos y que lo único que pretenden es ser ellas mismas y dar lo mejor de sí como personas. Creo que ahí está la clave de todo.

Respecto a como combatir algunos elementos sexistas, una cosa contra la que llevo media vida luchando es contra la costumbre de ceder el paso a las mujeres cuando vamos a pasar una puerta o abrírsela para que pasen. Me he visto envuelta en más de una discusión al respecto y siempre intento razonar que si esa es la alternativa más cómoda, adelante, pero del mismo modo puede ser una mujer la que ceda el paso a un hombre; lo mismo cuando alguien va cargado y otra persona se ofrece a ayudarle: el intercambio debe de ser mutuo, pensando en la comodidad, no en debilidades o fortalezas según géneros.

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